Hospitalidad y entretenimiento. Una promesa de sol, de vitamina D y vacaciones eternas.

Todos los planetas del universo que conocemos poseen una inclinación respecto al eje del sol. En el planeta Tierra hay una inclinación de 23 grados, lo cual implica para nosotros que tengamos cuatro estaciones climáticas bien diferenciadas en distintas épocas del año. El nombre del hotel evoca esa idea como reconocimiento a la vida, que se hace posible por algo tan fortuito como lo es nuestra posición en el universo, y hace toda una apología de ello a través de la vida tropical que es característica de nuestro país por la ubicación que tenemos en el planeta (otra vez lo fortuito haciéndose relevante). Según eso y todo lo que rodea esa idea se forma conceptual, arquitectónica y gastronómicamente el Hotel 23, y así es como luce: